El asombroso hábitat natural del cerdo ibérico.
La Dehesa
Aquí se despertarán todos sus sentidos
Adéntrese en la dehesa, un paisaje único y vivo que define el alma del campo salmantino. Entre encinas centenarias, el canto de los pájaros y el olor a tierra y hierba fresca, cada paso invita a conectar con la naturaleza más auténtica.

La dehesa, un ecosistema ideal
La dehesa es mucho más que un paisaje: es un equilibrio perfecto entre naturaleza y actividad humana, donde conviven en armonía biodiversidad, tradición y sostenibilidad.
